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lunes, 26 de mayo de 2025

LA TRAMA FENICIA

Director: Wes Anderson
Guion: Wes Anderson y Roman Coppola
Reparto: Benicio Del Toro, Mia Threapleton, Michael Cera,Tom Hanks, Bryan Cranston, Riz Ahmed, Mathieu Amalric, Jeffrey Wright, Scarlett Johansson, Richard Ayoade, Rupert Friend, Hope Davis y Benedict Cumberbatch
Música: Alexander Desplat
Fotografía: Bruno Delbonnel
Distribuidora: Universal 
Año: 2025
Título Original The Phoenician Scheme
Estreno En España: 30/05/25
Género: Comedia,  Drama 
Duración: 101 Minutos 

ARGUMENTO .
El magnate Zsa-zsa Korda es un rico empresario europeo que se ve envuelto en una trama de espionaje junto a su hija Liesl, una monja con la que mantiene una relación difícil y a la quiere dejar el negocio familiar

CRÍTICA 
Hay directores que han creado un estilo tan reconocible que cada nueva película parece una pieza más en una colección personal. Wes Anderson pertenece, sin duda, a ese grupo. En La trama fenicia, el cineasta texano nos entrega una obra en la que todo lo que le define está más presente que nunca: encuadres milimétricos, decorados de estética retro, colores pastel, diálogos insólitos y una voz narrativa que transita entre la ironía y el distanciamiento emocional. Sin embargo, bajo ese barniz tan familiar se esconde una película descompensada, donde el equilibrio entre forma y contenido se resquebraja.

Ambientada en una república ficticia bañada por el Mediterráneo —una suerte de mezcla entre mitología fenicia y diplomacia de posguerra—, la historia nos sitúa ante el testamento vital de Zsa-zsa Korda (Benicio del Toro), un magnate excéntrico rodeado de tensiones familiares, traiciones veladas y símbolos arqueológicos de dudosa procedencia. Su hija, Liesl (Mia Threapleton), educada en la reclusión de un convento, se ve inesperadamente designada heredera, en medio de una espiral de intrigas diplomáticas, ambiciones políticas y enredos absolutamente disparatados. Acompañan al reparto nombres de peso como Michael Cera, Scarlett Johansson, Bryan Cranston, Riz Ahmed, Rupert Friend y Tom Hanks, todos ellos perfectamente integrados en este universo de miniaturas que es el cine de Anderson 

La película funciona, como ya es costumbre, como un gran artificio visual. No hay plano que no esté medido al milímetro, ni secuencia que no parezca diseñada para detenerse y admirar. La fotografía de Bruno Delbonnel y la partitura de Alexandre Desplat vuelven a ser elementos fundamentales para sostener una atmósfera que roza lo pictórico. Pero por debajo de esa impecable superficie, La trama fenicia se revela como una historia caprichosa, excesivamente bizarra y, por momentos, innecesariamente críptica.

El mayor problema de la cinta es su guion. El intento de mezclar la comedia absurda con un thriller diplomático  termina siendo un ejercicio de malabarismo narrativo que no encuentra nunca su centro. La intriga resulta demasiado tenue, y el humor, aunque presente, no siempre encaja con el tono general del relato. Anderson parece más interesado en las formas que en los conflictos. El drama familiar que subyace entre padre e hija —con todo su potencial emotivo— se diluye en una sucesión de situaciones tan inverosímiles como distantes.

A pesar de sus logros visuales y su innegable identidad autoral, La trama fenicia termina por ser una obra tan vacía como su título. Una película donde los egos —tanto de los personajes como del propio director— acaban ocupando más espacio que la emoción, y donde la belleza estética no logra disimular una narrativa dispersa y desconectada.

Una fábula milimétrica que fascina a la vista pero desconcierta al corazón. Una pieza menor dentro del museo personal de Wes Anderson.

NOTA 4,5/10



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