HAMBURGO

Dirección: Lino Escalera

Guion: Lino Escalera, Daniel Remón, Roberto Martín Maiztegui

Reparto: Jaime Lorente, Roger Casamajor, Ioana Bugarin, Asia Ortega, Manolo Caro, Antonio Buíl, Mona Martínez, Tamara Casellas, Luisa Vides, Numa Paredes

Producción: Antonio Asensio, Paloma Molina, José Nolla, Cristina Zumárraga, Pablo E. Bossi, José Alba

Música: Marius Leftărache

Fotografía: Juana Jiménez

Montaje: Miguel Doblad

Distribuidora: Filmax

Año: 2025

Título Original: Hsmburgo

Estreno En España: 30/05/25

Género: Drama,  Thriller 

Duración 113 Minutos 

ARGUMENTO 

Germán (Jaime Lorente) no es un conductor corriente: es el encargado del traslado de mujeres que trabajan como esclavas en clubes de alterne en la Costa del Sol. Arruinado, trabaja para Cacho (Roger Casamajor), un amigo de la juventud que administra varios de estos locales para una mafia local, hasta que una noche se encuentra con la oportunidad de dejar todo eso atrás y decide robar la recaudación del club. Lo que parece una ocasión para cambiar de vida le pondrá más en peligro que nunca. Solo le quedará una opción, la misma en la que piensan las chicas que, como Alina (Iona Bugarin), cada noche lleva de un lado para otro: conseguir escapar.

CRÍTICA 

Hamburgo es una historia que nos habla de la dignidad de las  personas en un mundo lleno de tinieblas.

Hay películas que nacen de una urgencia, de una necesidad de contar lo que apenas se ve pero se sufre. Hamburgo, el último trabajo de Lino Escalera, se adentra en ese territorio árido y complejo de las redes de prostitución con la mirada limpia y las intenciones claras. Y aunque el resultado se queda a medio camino, su propuesta deja huella por la verdad que intenta exhalar en cada plano.

Tras el notable ejercicio emocional de No sé decir adiós, Escalera cambia de registro, pero no de fondo. Si allí hablaba de vínculos rotos por el dolor, aquí escarba en las grietas sociales donde se alojan la miseria y la supervivencia. Hamburgo no es solo el nombre de una ciudad; es también una metáfora del anhelo de huida, de la promesa —siempre lejana— de un lugar mejor. En esa espera se entrecruzan los destinos de mujeres captadas por una mafia que explota cuerpos como si fueran mercancía, y de un puñado de hombres desahuciados que han perdido casi todo, menos la necesidad de aferrarse a algo, aunque sea a otro náufrago.

Escalera articula su relato como un thriller con nervio social, con una puesta en escena sobria que evita la estridencia. No hay glamour en el dolor ni épica en la desesperación. Lo que hay es una atmósfera opresiva, casi de asfixia, donde cada personaje parece moverse a tientas, sin saber muy bien si avanza o retrocede. Ahí radica uno de los logros del film: la creación de un clima denso, incómodo, que refleja la desorientación moral de sus protagonistas.

Sin embargo, Hamburgo tropieza precisamente en su noble ambición. Quiere abarcar mucho —la denuncia, el suspense, el retrato psicológico— y no siempre logra conjugarlo con la precisión deseada. 

El guion apunta a muchas direcciones, pero no termina de profundizar en ninguna del todo. Hay personajes que prometen un viaje emocional más amplio del que finalmente recorren, y subtramas que se diluyen sin la fuerza necesaria.

El reparto cumple con solvencia, con especial mención para la actriz que interpreta a Irina, capaz de transmitir una mezcla de coraje y fragilidad sin necesidad de grandes discursos. También destaca el trabajo de cámara, siempre cercano al rostro humano, buscando ese instante de verdad que justifique el infierno cotidiano. Y, aunque el ritmo narrativo se resiente en su tramo final, la película no pierde su tono comprometido, casi ético

Hamburgo es una obra imperfecta pero honesta. No busca moralizar, sino acompañar, mirar de frente a una realidad incómoda que muchas veces preferimos ignorar. Y aunque no alcanza todo lo que insinúa, hay algo valioso en su intento: una fe obstinada en que el cine aún puede ser un espejo que incomode, una herramienta que despierte conciencias. Lino Escalera ha querido mirar donde otros apartan la vista. Solo por eso, Hamburgo merece ser vista, discutida y, sobre todo, pensada

NOTA 5,5 /10

AUDIO DE LA CLAQUETA ENTREVISTA A LINO ESCALERA