miércoles, 30 de abril de 2025

ESTRAGOS

Dirección: Gareth Evans
Guion: Gareth Evans
Reparto: Tom Hardy, Jessie Mei Timothy Olyphant, Forest Whitaker
Fotografía: Matt Flannery
Música: Aria Prayogi y Fajar Yuskemal
Producción: XYZ Films, One More One Productions
Distribuidora: Netflix 
Año : 2025
Título Original: Havoc
Estreno En España: 25/04/25 en plataformas Netflix 
Género: Acción,  Thriller 
Duración: 96 Minutos 

ARGUMENTO 
Tras un robo de drogas, un policía lucha contra el submundo criminal de una ciudad corrupta para intentar localizar al hijo de un político.

CRÍTICA 
Gareth Evans no rueda películas. Las cincela con furia. Las empapa de sudor, de sangre y de una precisión casi quirúrgica en cada plano. Con Estragos, su primera incursión en el thriller criminal con acento británico y envoltorio universal, el director galés demuestra —una vez más— que el cine de acción puede ser algo más que espectáculo. Puede ser emoción. Puede ser cine con mayúsculas.

Y lo hace de la mano de un Tom Hardy contenido en el gesto pero brutal en la ejecución. Su Walker es un alma atormentada, un policía que ya no busca justicia, sino redención. Esa redención de la que está hecha la buena tragedia. Como Travis Bickle con uniforme, como Popeye Doyle sin ganas de redimir a nadie.

Lo que propone Evans aquí no es nuevo. Narcos, corrupción, un sistema podrido desde la raíz. Lo que cambia es la mirada. Porque Estragos no es solo una historia de tiros —que los hay y qué bien rodados están—, sino una película sobre el desgaste moral. Sobre lo que queda del hombre cuando la violencia ha borrado cualquier atisbo de humanidad.

La cámara de Evans se mueve como un depredador. Nos mete de lleno en callejones húmedos, en apartamentos desoladores, en un submundo donde la violencia es rutina. Y lo hace con una elegancia que recuerda al mejor John Woo, pero con el pulso seco y certero del Michael Mann más urbano.
¿La historia? Funciona como excusa. Como telón de fondo. Porque lo que realmente interesa aquí es el viaje físico y emocional del personaje, sus heridas —las que se ven y las que no—, y esa capacidad que tiene el director de convertir la coreografía de una paliza en arte contemporáneo. La violencia en 

Estragos no es gratuita. Es una forma de expresión. Un lenguaje. Evans filma con una seguridad insultante. Se nota que ha madurado desde The Raid. Aquí hay pausa cuando hace falta. Hay cadencia. Hay silencio. Y cuando el caos estalla, lo hace con una contundencia que te sacude. Porque eso es lo que busca esta película: no que la entiendas, sino que la sientas. Que te duela. Que te remueva.
Y en ese sentido, Estragos es una joya. Una que duele al tocarla, pero que no puedes dejar de mirar.

NOTA 7,5/10

AUDIO DE LA CLAQUETA CRÍTICA DE ESTRAGOS

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